Inicio Uncategorized 2233.- La deshumanización del ser humano.

2233.- La deshumanización del ser humano.

por Siona
¡Gran paradoja! Somos, supuestamente, seres humanos pero francamente, estamos harto deshumanizados. 
Mafalda por Quino.
Os cuento lo que viví ayer en primera persona y luego ya vosotras, opináis.
El hijo de una amiga y vecina es un niño precioso de ocho años que tiene autismo. Es un niño rubio, alto, guapo, con unos enormes ojos azules… ¡Una bendición del cielo! Pero es diferente. Y ya está. Sin mayores dramatismos pero con todo el peso de lo que eso significa.
Ayer por la noche, cuando volvíamos a casa después del dentista, parados en un semáforo apunto de entrar en la calle que nos lleva a nuestra casa, me dice la niña: «mamá, ¿eso es un niño tirado en el suelo?» Miro y veo, efectivamente, a un niño tirado en el suelo y lo que me parece otro niño, jugando con él, echándosele encima. Y le contesto, «sí, están jugando.» Además, veo que pasa al lado una señora y pienso que si fueran dos niños peleando, ella ya les habría separado o reñido. Pero como pasa tal cual, sigo dando por hecho que son niños jugando.
Sin embargo, al pasar a su altura, me doy cuenta que es una chica intentando levantar a un niño y que el niño no puede andar o no quiere andar pero, como llevo a un plasta pegado al culo (¡qué rabia que me da!) no puedo parar. Y en esas me dice la niña, «mamá, ¡es Javi!» 
Rápidamente di la vuelta a la manzana, aparqué en doble fila, dejé a los tres niños metidos en el coche y corrí a ayudar a la terapeuta de Javi y a Javi que estaba literalmente tirado en el suelo boca a bajo todo lo largo que es. 
Había gente parada en el semáforo y sólo un hombre, que iba a correr al parque, se dió media vuelta para preguntarnos si necesitábamos ayuda a lo que, la terapeuta, respodió que no.
Entre las dos conseguimos levantarle y, con el buen hacer de ella, por fin, llegaron a casa sanos y salvos. 
Al volver a mi coche, otra vez la niña de doce años (y recalco lo de los doce años) me dice, «había gente a vuestro lado, pasando, y no os han ayudado.» A lo que no me quedó más remedio que contestarle, «sí, hija, sí. El ser humano está totalmente deshumanizado.»
¿Cómo puede ser que veas a un niño tirado en el suelo y a una persona intenado levantarle y no ayudes? No estaba llorando ni tenía ningún mal comportamiento que te pudiera dar la impresión que no era más que una rabieta. Claramente se veía que el adulto estaba intentado levantar a un niño y que el niño no quería o no podía levantarse. 
Y lo ves, ¿y no haces nada? ¿Ni siquiera preguntas si necesitan ayuda?
Es lamentable. Es horrible comprobar que nos tratamos como meras piedras. No queremos ver. No queremos meternos en problemas. Nos ponemos las manos a los lados y así, sólo vemos nuestro camino y si hay una «piedra» en el medio, en el mejor de los casos la saltamos y en el peor, la pisamos y punto.
Y lo más triste es que luego, muchas de esas personas, se consideran súper humanas y caritativas porque mandan dinero a los niños de África o para la escuela de los niños del Perú. Pero, para su vecino que sólo necesita una mano amiga, un vaso de leche, o un «¿qué tal?¿necesita ayuda?»no están. No, no sea que les genere un problema. Y no queremos problemas. Queremos una existencia carente de sufrimiento. Y si alguien sufre, lo quiero lejos. No a mi lado que si no, me amarga mi existencia.  ¡Mi frágil existencia!
Seguro que esas personas son de las que cuelgan fotos horribles de niños abandonados o enfermos en Facebook (lo odio y estoy totalmente en contra de esas fotos) y les dan muchos «me gustan»con lágrimas en los ojos. Lágrimas de cocodrilo. 

¿Tanto cuesta ayudar? ¿Tanto cuesta alargar una mano para levantar a un niño? ¿Es pedir mucho sentir algo por tus congéneres y no pura indiferencia?
Me dolió enormemente que mis hijos comprobaran y vivieran in situ esa deshumanización. Ese pasotismo ante el dolor o la necesidad ajena pero, me alegra comprobar que ellos serán adultos humanos que sentirán el dolor y la alegría de sus congéneres. No como todas esas vacasburras que sólo están entre nosotros para hacer bulto.
¿Os ha pasado algo parecido? ¿Estáis de acuerdo con que, cada vez más, esta sociedad que se jacta de ayudar a todos, está cada vez más deshumanizada? ¿Es algo sólo de las ciudades o pasa también en los pueblos?

You may also like

3 comentarios

Ana 19/11/2014 - 12:19 pm

Hola Lola,
lo positivo de todo esto es el ejemplo que has dado a tus tres hijos y así si cada uno ponemos nuestro granito de arena pues las cosas podrán mejorar. A ellos no se les va a olvidar lo que hay que hacer en una situación así. un beso

responder
Siona 19/11/2014 - 1:45 pm

Eso espero, Ana. Que aprendan del ejemplo aunque en eso momento, lo único que estás pensando es en poder ayudar a esa criatura y a su familia que merece todo nuestro apoyo. Un beso, Ana.

responder
paola j peña c 26/11/2014 - 10:00 am

Bueno amiga algo triste vivir y ver la aptitud tan apática de algunas personas que prefieren mirar para otro lado….por otro lado te comento que en mi caso he tratado de ayudar o en algunos casos estando atenta a descuidos de algunos padres al cruzar la calle los niños sin supervisión por ejemplo y las miradas que me han echado madre mía le quitan las ganas a uno de ayudarlos a veces creo que es por ser extranjera y mi esposo me dice quédate quieta que cada quién en lo suyo no vez que te hacen mala cara…….es triste!! Lo importante es no cambiar nuestra esencia y que nuestros hijos aprendan de ella!!

responder

Gracias por tu comentario:

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.