Los libros de actividades para bebé, también conocido libro tranquilo o quiet book, o qp pages, tienen un potencial tremendo como manualidad en la que podemos tocar muchos ámbitos. Con ellos entretenemos a los más pequeños de la casa, al tiempo que podemos ir enseñándoles actividades útiles para el día a día.
A una base de fieltro y tela podemos unir de todo: cintas, velcro, cremalleras, botones, cuentas y cordones, lana, plástico para hacer ruido, solapas, bolsillos, transparencias, corchetes… podemos dar forma a ejercicios para trabajar la motricidad fina, las asociaciones de colores y formas, hacer trenzas, atar cordones y hacer lazos, contar y aprender los números, estimular los sentidos como el tacto e incluso el oído, no sólo la vista. El límite es la imaginación y, si andamos escasos, internet está repleto de ideas.
Con unas llamativas flores podemos aprender a abrocharnos los botones.
Juegos con botones (vía Mi dulce melocotón) |
Los colores del arcoíris, nuestro nombre, abrochar hebillas son otra de las actividades que podemos recrear.
Velcro, broches, botones nos pueden dar mucho juego (vía Happy hooligans) |
Con este ejercicio nos preparamos para asociar calcetines, ¡cada oveja con su pareja!
Parejas de calcetines en la lavadora (vía Tip Kids) |
Podemos inspirarnos en el fondo marino para crear un ecosistema en el que pescar diferentes seres.
Fondo marino (vía Increíble pero fieltro) |
Contar en un ábaco sencillo en el que cada hilera tiene el número de cuentas correspondiente.
Ábaco de un libro de juegos (vía Cositas calladas) |
No nos limitamos a las páginas de un libro, podemos pasarnos a las tres dimensiones creando un cubo inspirado en personajes como Harry Potter.
Cubo de actividades de Harry Potter (vía Bugaboo city) |
O jugar a desplazarnos de un lado a otro del estanque saltando por las hojas de nenúfar.
Rana saltando en una charca (vía Powerful mothering) |
Unas trenzas para peinar mientras la mano de la muchacha saluda.
Chica con trenzas (vía Kit’s crafts) |
Las texturas son todo un mundo que explorar: lo rugoso, lo sintético, lo liso, lo suave, lo áspero…
Libro sensorial (vía The eyes of a boy) |
En mi caso y, habiendo observado lo que causa furor en los primeros meses de vida, no me faltarían estampados de cuadros y lunares, cintas cortas que tocar y chupar y solapas rellenas de plástico para fascinarse con el ruido que hacen al estrujarlas. Los espejos irrompibles tampoco son mala idea, ya que los pequeños alucinan mucho con su propia imagen y las cosas brillantes. Incluir alguna página con marionetas de dedo de fieltro también sería interesante, así como una cara en la que colocar ojos, nariz, boca o incluso pelo que trenzar o coger con pincitas.
Hay muchos sitios que descubrir e investigar, por ejemplo aquí recopilan muchas plantillas para páginas, en inglés.