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Se ha comentado ya por aquí la entrada apabullante de las costumbres anglosajonas. Un flujo continuo de películas, series, dibujos animados y modas que han transformado radicalmente buena parte nuestras fiestas de toda la vida. Entre ellas, destaca Halloween.
Antes la noche de difuntos era para el recogimiento, la prudencia, el temor a las almas que vagaban en la noche… nada de salir a explorar el monte de las ánimas de cualquier manera. Ahora… niños y mayores se disfrazan y las cocinas se llenan de calabazas y monstruosidades temáticas. Los repipis cupcakes dejan paso a otras creaciones… ¡o lo intentan!
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Imagen via (Pinterest Nailed it!)
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En otras ocasiones las cocineras aficionadas buscan imitar algún plato monísimo y el resultado final es digno de la noche de brujas más terrorífica.
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Imagen via (Savannah Matrotto y funnypicshub.com)
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¡No intenten hacerlo en sus hogares! Recuerden que lo importante es que el sabor y la textura sean buenos, aunque den grimilla comerlos.
Y, sobre todo, recuerden cuál es la peor de las pesadillas… ¡Limpiar la cocina después de todo este desastre!
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