2593.- Los pulpitos solidarios
Un prematuro con un pulpito (vía Pulpitos solidarios) |
Pulpitos solidarios y Noupops son dos de las asociaciones españolas que se encargan de la recogida, lavado a fondo y distribución en hospitales de los pulpitos, según unas instrucciones bastante estrictas en cuanto a materiales, resistencia a lavado a altas temperaturas, hipoalergénicos, tamaño determinado… Os enlazamos la propuesta original, surgida en Dinamarca (Spruttegruppen) y está basada en unos estudios bastante limitados desde el punto de vista del tiempo para afirmar los beneficios de esos muñecos.
Los requisitos para tejer pulpitos y el patrón, así como videotutoriales para zurdos y diestros, están disponibles aquí y aquí en pdf.
Corazón de pulpos (vía Pulpitos solidarios) |
Desde Redacción Médica nos remiten a un estudio publicado en Pediatrics que vinculan estos juguetes con la transmisión de bacterias, un riesgo muy alto teniendo en cuenta la situación inmunodeficiente de los bebés prematuros, cuyos órganos están a medio formarse cuando nacen. Desde PubMed podemos ver otro artículo al respecto del riesgo microbiológico en el entorno de la unidad de neonatos.
Otras fuentes más generalistas que se acercan a esta polémica sobre los pulpitos tienen artículos en Hipertextual, el Español y la página de consulta y formación de Lactancia unidades neonatales. Otro blog más personal que entra a comentar la polémica y de paso nos aclara protocolos que se llevan a cabo por los hospitales en muchas unidades de neonatos, es el de Jessica Gómez.
La realidad no es tan cuqui como en las fotos de los pulpitos, prematuro en incubadora (vía Efe Salud) |
Especial mención merecen las condiciones en las que tienen que apañarse
los padres, concretamente las madres, en la mayor parte de los casos
recién paridas y/o tras una cesárea, con las molestias que todo ello
supone. El cansancio añadido de estar en un lugar incómodo y extraño, el
agotamiento mental y la inseguridad, la preocupación por el recién
nacido que se encuentra ingresado y al que, en caso de estar en una
incubadora, no se puede tocar hasta que la enfermera de turno te lo saca
de ahí. El hecho de que te den el alta y te manden a tu casa «a
descansar» porque en el hospital te dejan bien claro que estorbas, que
ya están allí para cuidar a los bebés y para ti no hay espacio. Que de
tanto entrar y salir de la sala y de lavar minuciosamente las manos un mínimo de tres o
cuatro veces cada tres horas escasas, la piel de las mismas se seque, se
te caiga a tiras y se llenen de dolorosas grietas.
Personalmente me hubiera encantado que la unidad fuera más amplia, con facilidades para aplicar el método canguro, que sí tiene años de estudios a sus espaldas y numerosos beneficios, así como facilitar realmente la lactancia materna a demanda.
Porque es muy bonito poder sostener a tu bebé en teoría «»todo el tiempo que quieras y a cualquier hora»», pero es imposible cuando éste está en una incubadora y te lo tiene que sacar y volver a meter la enfermera de turno. La mamá está agotada y la silla es incómoda como ella sola, el lugar estrecho, hay más bebés y máquinas por todas partes, y más madres en la misma situación, más las enfermeras y los médicos que hacen sus rondas, y cables, muchos cables y vías y sondas que hacen aún más difícil «maniobrar» en ese entorno hostil con un extremadamente frágil bebé en las manos.
Un prematuro tomando biberón de leche materna (vía Tu otro diario Hola) |
La alimentación, la de los padres, también se desequilibra, ¿os habéis fijado en que las máquinas del hospital sólo tienen chucherías y guarrerías saladas? Como madre debes y quieres cuidarte, comer caliente (o templado con el bebé a cuestas en su defecto, o frío pero en un plato) y en esas condiciones es difícil. Comer en el hospital todos los días no es barato, ya ni pienso en desayunar porque te han mandado a tu casa «a descansar» y cenar lo mismo. No eres un paciente, ni un empleado, eres un acompañante más y punto. Por mucho que no estés en tu mejor momento y que, tal vez, te hayan restringido la sal (como a mi, una complicación más para comer fuera de casa).
«El rincón saludable», una ironía viendo que sólo venden cosas muy dulces o muy saladas (vía El Español) |
Marea blanca, defendiendo la sanidad pública ¡no más recortes! |
Muy interesante tu post sobre los Pulpitos solidarios. Es difícil que todos compartamos la misma opinión sobre un asunto, pero siempre es bueno estudiar los pros y los contras. De todas formas, los pulpitos son una monada y a mí me parece una buena idea siempre que cumplan las normas higiénicas. Abrazos
no se basa en una opinion, has visto los estudios y artículos enlazados, ya veo que no…
Muchas gracias, Ligia y Elle por vuestros comentarios. Como bien apunta Elle, ahí están los enlaces a los estudios realizados 😉
Totalmente de acuerdo, palabra por palabra. Mis hijos gemelos fueron prematuros y estuvieron 25 y 37 días en la incubadora, y efectivamente, lo de meter un pulpo no lo veo útil. Han pasado 12 años y medio, y todavía recuerdo el olor del jabón… Lo que realmente necesita un prematuro es que le toquen personas, no un pulpo.
Un abrazo
¡Gracias por tu comentario, Luz! Efectivamente, el olor del jabón nos acompañará siempre.
De acuerdo punto por punto. La idea del pulpo no me parece ni mala ni buena, únicamente un viral como otro cualquiera al que las personas con buen corazón se lanzan de cabeza.
Lo que has explicado sí que tiene sentido, más ayuda a los padres a estar lo máximo posible con su bebé y seguro que se notan los efectos de ese cariño.
Gracias por tu comentario, Matilde. Efectivamente, el calor de unos padres es insustituible.
No suelo comentar post ni artículos, pero el tuyo me ha llegado de corazón, no puedo estar más de acuerdo con todo lo que has dicho, de mi experiencia ya hace 12 años y lo he vuelto a recordar como si fuera ayer. Además de lo que sufrimos por el niños, a mi se me hizo un hematoma enorme que retrasó mi recuperación, gracias a las sillas que eran "comodísimas" y lo que me costó que se cogiera al pecho, ya ni hablarlo… sí deberíamos todos revindicar más presupuesto y mejor atención para la Sanidad Publica. Al final lo que necesitan esos bebes es a sus padres.
Madre mía, ¡cuántas experiencias terribles en torno a neonatos! Imposible olvidarlo. Ojalá con la moda de los pulpos salgan más a la luz estos casos y alguien haga algo por mejorar las condiciones de los que lo sufren, aunque sea por unos días. Gracias por comentar.