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La cocina situada. Diccionario ilustrado.

por Siona
la cocina situada labores en red

La cocina situada. Un diccionario ilustrado para la soberanía alimentaria. De Marina Monsonís con ilustraciones de Carla Boserman. Editorial Gustavo Gili.

De la A a la Z con receta. De los libros que te lees del tirón y que llenas de subrayados.

Los conceptos que incluye son utensilios, saberes populares, recetas e aprovechamiento, poemas y tradiciones culinarias.

portada la cocina situada

Su mirada la ponen en la memoria familiar y de barrio; pastoras, periodistas, biólogas, agroecológicas, activistas, literatas.

Un libro para ahondar en nuestra realidad con recursos y herramientas para tener una base de una alimentación más coherente, honesta, saludable y respetuosa con nuestro mundo.

Dentro de la sección librería estará en uno de los puestos destacados.

Respecto a las autoras:

Marina Monsonís: Especialista en arte, cocina y política. Puedes leer un poco mas sobre ella en Soberanía alimentaria.

Siempre le gustó leer y colabora en proyectos de transformación social arraigados en los terriotorios, proyectos colectivos, comunitarios y pedagógicos que relacionen las ciencias de mar, el diseño, la gastronomía, el grafiti de recetas de cocina, etc.

Está interesada en la convivencia de espacios radicales donde las personas se constelan en las investigaciones, las técnicas y los saberes locales y globales, antiguos y emergentes.

Carla Boserman, la ilustradora, dibuja en directo y en contexto cosas que le importan. Acuñó el término relatograma para definir un modo concreto de hacer relatoría gráfica, realizando procesos de acompañamiento y escucha gráfica.

Las dos se conocieron en el CCCbarrio dibujando unas cenas sobre comida, política y territorio.

¿Cómo empieza?

Estoy una tarde sentada contemplando la huerta. Hemos jugado, dibujado, removido la tierra, sembrado, regado, sudado, cocinado; unos tomates, una zanahoria, medio pepino, un cuarto de cebolla, ajo: un gazpacho. Me acuerdo de mi madre, de ese frescor de las recetas sencillas penetrándome con sus vitaminas cada verano, esa

sensación de reencarnación, de mutación. ¡Qué fácil es hacer un gazpacho! ¡Y qué energía cuando te lo tomas! ¡Te salva! Contemplo esas paredes blancas desnudas que rodean la huerta. Son como huellas que dejan entrever que aquello habían sido pisos y fueron derribados. Parecen las páginas de un libro descompuesto. Año 2006, tengo sed, estoy cansada, y sentada en esa huerta de Baltimore, Estados Unidos, deseo un gazpacho fresco.

Esa tarde empiezo a imaginar la primera página de un recetario descentralizado. Esa página será la grieta por la que vayan germinando los primeros trazos que, después de quince años y mucho proceso en torno y en la cocina, me llevará a coescribir este ABC culinario.

El acceso a la alimentación fresca y de calidad es inexistente en esa zona de Baltimore. Me cuentan que la memoria culinaria se ha ido perdiendo debido a la agresividad de las lógicas de las políticas en mayúscula y la ceguera por el dinero. Lo que he aprendido sobre el funcionamiento del sistema alimentario me entristece, me rompe y se me hace una grieta espejo dentro de mí, que se refleja justo cuando miro esas paredes descompuestas.

Se me ocurre usar dos herramientas, el grafiti y la cocina, para abrir procesos de discusión sobre un lugar. Ponernos a pensar una receta situada nos ayuda a entrar en una exploración más profunda sobre el espacio, nos ayuda a conocer mejor el lugar, a hacer conexiones y alianzas en el territorio. En torno a la cocina y los murales, compruebo que se hace comunidad, se crea tejido social, se renueva la memoria y se habla del pasado y del presente continuo. Bautizo ese proceso, idea que aúna cocina, arte, política y ecología, como “Grafitti Recetas”.

Introducción del libro la cocina situada.

Este libro contiene:

Comenzando con la A de accidente, cuenta como de un grafiti-receta en Hungría donde casi la detienen, a pasar al día siguiente y ver a señoras anotando dicha receta.

Terminamos con la Z de zalamear.

Y entre medias muchas formas de disfrutar la comida, de agradecer a quien nos regala su tiempo cocinando, de conocer un montón de recursos y bibliografía e incluso los que han participado en el libro.

De la A, a la Z un diccionario muy interesante que puedes comprar el libro en mi tiendita de amazon o en la propia editorial Gustavo Gili.

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