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Siete agujas de coser. Entrevista a Lucía Chacón.

por Siona
siete agujas de coser labores en red

Siete agujas de coser. Entrevista a su autora Lucía Chacón.

Hola Lucía, muchas gracias por colaborar con Labores en red con esta pequeña entrevista.

Hemos venido aquí para que nos hables de tu libro, tu primer libro: “Siete agujas de coser”, ¿qué te impulsó a crear esta historia?

La idea de escribir una novela me rondaba la cabeza desde hacía mucho tiempo. Tenía algunas historias que contar y algunos temas de los que me apetecía hablar y la costura me daba la oportunidad de situar la acción  en un lugar donde mis personajes pudieran interactuar, apoyarse y dar a conocer sus experiencias vitales, igual que ocurre en cualquier academia de costura de las que existen ahora mismo.  

Me interesan mucho las relaciones que establecemos las mujeres entre nosotras y esta era una buena oportunidad para ahondar en ellas. Por eso hay personajes tan dispares y distintos entre sí, que acaban descubriendo que es mucho más lo que las une que lo que las separa. 

A principios de los años noventa, en los que la novela está ambientada, no usábamos términos como sororidad, emprendimiento femenino, empoderamiento… pero esos conceptos estaban ahí, siempre lo han estado. Me parecía importante contar historias que demostraran que, aunque las cosas fueran complicadas, tenemos el poder de perseguir nuestros sueños a pesar de que haya que enfrentarse a muchos obstáculos y hacer algunas renuncias. 

¿Nos dirías que significó para ti escribirlo? 

Escribir esta novela ha sido un viaje apasionante en el que he tenido que echar mano de recuerdos muy lejanos, experiencias vividas e historias que he conocido gracias a mi trabajo en los últimos años. No ha sido fácil, porque todos tenemos zonas sombrías por las que cuesta transitar y en ese sentido ha sido muy terapéutico poder sacar a la luz ciertas emociones. He aprendido mucho de mí misma y he descubierto que algo que ya intuía se confirma, me encanta contar historias y compartir reflexiones.

Ahora, cuando la novela tiene algo más de un mes de vida, compruebo a través de los mensajes que recibo de mis lectores, que algunas de las situaciones descritas en ella les resuenan muy adentro y les ayudan de alguna manera.  Eso no tiene precio y da sentido a mi esfuerzo.

¿Qué hay de personal en Siete agujas de coser? ¿Quizás hay algún personaje qué sea más parecido a ti?

Cada uno escribe de lo que sabe, de lo que ha vivido, de lo que lleva en el interior, en ese sentido en la novela hay mucho de mí aunque está muy lejos de ser autobiográfica. En cada personaje hay experiencias o emociones que yo misma he vivido, sin que llegue a identificarme con ninguno en concreto. Lo que me interesaba al crear a mis “siete agujas” era explorar distintas emociones, poner a cada personaje frente a ellas y ver cómo evolucionaba, cómo reaccionaba ante lo que la vida le iba ofreciendo. 

Hay evoluciones muy interesantes en algunos personajes que llegan a transformarse por completo ante las circunstancias con las que se van encontrando. Me apasiona cómo el ser humano es capaz de adaptarse y aprender de las cosas que le toca vivir.

lucía chacón

¿Nos contarías un poco como es el proceso de creación de un libro?

Supongo que muchos autores tendrán métodos y fórmulas que seguir para construir sus personajes y dar forma a su historia pero en mi caso, sin experiencia previa, la novela ha ido tomando forma párrafo a párrafo. 

La idea inicial la tenía muy clara y los personajes también aunque no estaban perfectamente definidos desde el principio y han ido cogiendo volumen a medida que avanzaba la historia, de la misma manera que a lo largo del proceso han ido surgiendo historias que han encajado muy bien en la trama.

Te contaré una curiosidad sobre uno de los personajes secundarios que surgió de un modo casual y al que le tengo mucho cariño. En noviembre, cuando estaba más o menos a mitad de la novela, falleció Almudena Grandes. Esta escritora ha sido uno de mis referentes desde su primer libro y siempre me ha maravillado su capacidad narrativa.

Su muerte fue un golpe inesperado que dejó en mí mucha más huella de la que hubiera imaginado. Estuve un par de semanas sin poder escribir, era casi como si alguien de la familia se hubiese marchado para siempre. Cuando retomé la novela, apareció Malena. Un personaje cuyo nombre aparece en la segunda novela de la autora, “Malena es un nombre de tango”.

Esa fue la fórmula que encontré para conectarme con ella de alguna manera y para agradecerle tanto como me había dado en cada uno de sus relatos. 

¿Qué es lo que más te costó de todo el proceso en la escritura de Siete agujas de coser?

Conectar con recuerdos que aún resultan dolorosos. La forma de sacarlos al exterior y mirarlos desde otra perspectiva ha sido asignárselos a un personaje y ver qué sentía y cómo convivía con ellos. Eso, en cierta manera, es sanador porque te permite poner distancia para observar desde otro ángulo episodios complicados de tu propia vida.

Luego, al observarlos de lejos y al hablar sobre ellos te das cuenta que somos capaces de seguir adelante, de aprender y de quedarnos con lo bueno que nos aportó cada vivencia.

Aparte del libro tienes un canal de Youtube con mucho éxito así como cuenta de Instagram, Facebook, Web. Eres una creadora de contenido constante. ¿Cómo planificas el día para llegar a todo?

Yo era de las que pensaba que no le daba la vida para más y mira, en medio de mi trabajo diario, he metido la escritura de una novela. Ni yo misma sé cómo he podido hacerlo.

Lo que sí puedo asegurarte es que mi marido y yo formamos un gran equipo y que él ha tomado las riendas de muchas cosas para que yo dispusiera de más tiempo y mis hijas han sido un gran apoyo al entender que no podía estar tan cerca como me hubiera gustado.

Creo que es importante delegar y al mismo tiempo entender que llegar a todo es una autoimposición que debemos de ir soltando. Priorizar es complicado pero se puede.Aún así ha habido renuncias difíciles de encajar pero que una vez acabado el libro, han cobrado todo su sentido.

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¿Habrá segunda parte?

Aún es pronto para hablar de ello. Me está costando asimilar todo lo bueno que está sucediendo en los últimos meses y estoy muy abrumada por la acogida y el cariño que estoy recibiendo de mis lectores. Quiero disfrutar de este momento sin pensar más allá. Aunque no te voy a mentir, aún me quedan muchas historias que contar.

En tu caso hay conexión entre tu trabajo y Siete agujas de coser. ¿Esto fue más “fácil” a la hora de plantearte la escritura?

Esa conexión me regaló el escenario ideal para colocar a mis personajes en un entorno que conocía y que sabía que era propicio para que interactuaran como lo hacen.  

Cualquiera que haya acudido a una academia sabe que el ambiente y la complicidad que se crea entorno a la costura es muy especial. Compartir esos ratos en los que el tiempo parece desdibujarse y encontrar un oasis alejado del día a día en el que solo existe ese espacio es un auténtico lujo.

¿Cuáles fueron las fuentes de información a las que acudiste?

La primera, mi memoria y la de algunas amigas que me han ayudado a reconstruir la vida en aquellos años. 

Soy documentalista de profesión así que diría que por deformación profesional me he documentado hasta límites insospechados. Por ponerte un ejemplo, para construir la historia de Margarita, me he sumergido en los archivos que documentan la migración de españoles del norte de España hacia México a principios del siglo pasado. 

Pero además he contado con el asesoramiento de Lydia, una experta en moda española que está al frente de la Colección López-Trabado y que me ha ayudado a vestir con detalle a mis personajes y a situar las tiendas de tejidos que existían en aquellos años.

Para cuestiones médicas, por ejemplo, he acudido a mi hermana Roni que es especialista en oncología radioterápica.

Esta parte del trabajo es un proceso lento que consume bastante tiempo pero con el que aprendes mucho y, al final, los detalles, son los que dan veracidad al relato.  

A la hora de escribir, ¿tienes alguna manía sobre el espacio donde lo haces? ¿algún ritual que no puede faltar?

Mi taller de costura, donde grabo los tutoriales, es una habitación espaciosa donde tengo también el ordenador con el que trabajo. Mi única manía es tenerlo todo en orden para que pueda sentir cierta paz a mi alrededor. Al tener que compaginar mi trabajo habitual con la escritura desarrollé un ritual que me ayudaba a dejarlo de lado y centrarme solo en escribir. 

En una de sus visitas mi hermana me dejó un frasco de su perfume en casa, ponerme unas gotas antes de sentarme frente a mi novela era la forma de conectar con la escritura. Cuando el día olía a su perfume, era un día especial, tocaba escribir.

Cuéntanos la anécdota más graciosa que te haya sucedido en la firma de libros en la Feria del libro de Madrid. 

Firmar en la Feria del libro ha sido una experiencia inolvidable. Ha supuesto ponerle cara a muchas de mis seguidoras que se acercaron a conseguir un ejemplar firmado. Muchas de ellas han venido expresamente a ello desde muy distintos puntos del país.

Además he compartido caseta con autores consagrados como Pilar Eyre o Antonio Pérez Henares y ha sido todo un honor firmar al lado de ellos e intercambiar  impresiones.

Una de las anécdotas más curiosas ha sido firmar un libro para una seguidora que residía en Italia y que envió a una amiga a por su ejemplar. Se conectó con ella por videollamada y vió cómo le dedicaba la novela en directo.

¿Cuál es el último libro que has leído?

Sé que sonará raro pero el último libro que he leído ha sido precisamente Siete agujas de coser. Me apetecía mucho tenerlo entre mis manos y disfrutar de su lectura una vez acabado. Lo he tenido tan presente este último año que necesitaba leerlo de corrido y saborear los capítulos ya acabados.

Ahora mismo estoy leyendo “Cuando éramos ayer” de Pilar Eyre. No había leído nada de esta autora y me está gustando mucho. Además tengo unos cuantos más listos para devorarlos este verano.

¿Recuerdas cuál fue el primero? 

Pues no lo recuerdo pero sin temor a equivocarme puedo decir que muy probablemente sería algún cuento infantil en inglés. Aclararé que mi madre es inglesa por eso los primeros libros que tuve entre mis manos eran en inglés. Mi tía nos enviaba cuentos de Penguin desde Inglaterra cuando éramos pequeños porque, en aquel entonces, era imposible conseguirlos en Almuñécar.   

Muchas gracias por concedernos este ratito contigo, espero que tengas muchos éxitos ahora y en un futuro.

Gracias a ti por darme la oportunidad de ahondar en lo que ha supuesto escribir esta novela.

Si quieres comprar el libro «Siete agujas de coser» puedes hacerlo en tu librería habitual o en mi tiendita de Amazon en digital o en papel.

Tenemos también la opción de que nos recomiendes algún libro para leer. ¿Te animas?

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