2100.- Adolescentes y Redes Sociales
Es un tema complicado. Lo se. Y de momento, entre mis churumbeles, no cuento con ningún adolescente. Pero sí con una pre-adolescente con un pavo subido tremendo que ya tiene su mérito el aguantarla. ¡Ay la adolescencia!
Imagen via «comunicación 2.0« |
La adolescencia, la nuestra y
la de nuestros hijos, es una etapa difícil de la vida. Tenemos las
hormonas revolucionadas y sentimos al mundo y a nuestra familia en
contra nuestra. Todo es injusto. Todo es comparable con el de enfrente y
siempre, siempre, el de enfrente es mejor. Nuestra vida es un horror y
nuestra madre, una plasta que baila en los semáforos la canción de Happy
para molestarnos y avergonzarnos.
la de nuestros hijos, es una etapa difícil de la vida. Tenemos las
hormonas revolucionadas y sentimos al mundo y a nuestra familia en
contra nuestra. Todo es injusto. Todo es comparable con el de enfrente y
siempre, siempre, el de enfrente es mejor. Nuestra vida es un horror y
nuestra madre, una plasta que baila en los semáforos la canción de Happy
para molestarnos y avergonzarnos.
Y para colmo, según
contaron en las noticias, todos aquellos adolescentes
que no están en las RRSS se encuentran excluidos del grupo. Ya no sólo
te preocupa que tu amiga no te hable o que el chico que te gusta, esté
por otra. Ahora, además y para más inri, si no tienes RRSS, no eres
nadie.
contaron en las noticias, todos aquellos adolescentes
que no están en las RRSS se encuentran excluidos del grupo. Ya no sólo
te preocupa que tu amiga no te hable o que el chico que te gusta, esté
por otra. Ahora, además y para más inri, si no tienes RRSS, no eres
nadie.
Mi hija nunca me ha pedido tener ni Tuenti, ni Facebook, ni Twitter que yo recuerde. Ni, aunque me lo pida, lo tendrá hasta más mayorcita, que ahora sólo tiene doce años. Sin embargo, sí tiene WhatsApp y sí tiene Instagram.
También es cierto que yo le controlo todo, o casi todo, lo que publica. Bien porque lo veo, bien porque me meto y cotilleo.
En el cole, ya les han hablado de los riesgos de las Redes Sociales y yo, cada vez que surge el tema, les prevengo, todo lo que puedo y más, de subir fotos o admitir a personas que no conocen dentro de sus grupos de amigos.
Intento en todo momento, utilizar el sentido común sobre este tema aunque no se si ya lo perdí en el preciso instante en el que, la niña con doce años, recibió el iPhone heredado, le pusimos una tarifa básica y le descargamos las dos aplicaciones.
No quiero que vayan rápido en su vida. Quiero que vivan cada escalón, cada etapa de la vida, y no tengan prisa por subir el siguiente escalón. No quiero que sean ni adolescentes, ni jóvenes ni viejos prematuros.
Sin embargo, si comparo mi vida con la de mi madre, seguro que la vivo más rápido porque salí de casa antes, porque he viajado antes y más… Y claro está, la vida de mi hija será más rápida que la mía. Es ley de vida.
Y en esta inercia, en esta aceleración, se incluyen las RRSS. Porque no se pueden poner puertas al campo. Porque no creo que sea bueno tampoco educarles en el miedo. En el «porsiacaso». Porque, creo, que bien utilizada también puede ser una buena herramienta.
Y también creo que si estamos encima de nuestros hijos, nos preocupamos por ellos y les damos unos valores fuertes y consistentes con la vida real, no tendrán porque defraudarnos en este mundo de las RRSS ni en ningún otro.
Es cierto que, la adolescencia es difícil. Es cierto que las Redes Sociales son peligrosas. Pero también es bien cierto que debemos acompasarnos a los tiempos y acompañar y ayudar a nuestros hijos en este nuevo mundo y en esta nueva era de la comunicación. ¿Estáis de acuerdo?
Totalmente. No hay que educar en el miedo nunca. Estamos creando personas que luego van a vivir solas ahí afuera! Necesitan tener herramientas y conocimientos, no van a aprender solos cuando tengan 20 años. Como todo en la vida, hay que dosificarlo, enseñarlo, compartirlo y ayudarles a tomar buenas decisiones. De nada sirve prohibir por prohibir. Bueno, solo de una cosa: de aliciente hacia lo prohibido. Así que todo en su justa mesura, con mucha información y mucho diálogo para que sepan que si quieren (aunque muchas veces no quieren!) pueden hablar en casa de cualquier tema.
¡Qué razón tienes Paula! Yo aprovecho el viaje en coche de vuelta a casa después del cole para ¡meterles unas charlas! ¡Los dejo locos! Besos.
Estoy totalmente de acuerdo. Hay que adaptarse a los tiempos que corren, acompañarles y aconsejarles de la mejor manera posible, utilizando toda la informacion de la que disponemos. Que etapa tan complicada! ya me tocara!. Besos
¡Átate los machos para cuando te toca! Es una etapa de la vida conocida por todos porque todos la hemos vivido pero telita, tela. Y sobre todo, esta etapa para mí es mucho más dificil en una niña que en un niño. Ya sabemos que somos más complicadas y el niño, con ver los goles y seguir a Ronaldo, ¡lo tiene todo hecho! Besos Beatriz.
Cuando se es madre, ninguna precaución esta de más, lamentablemente muchos adultos abusan de los niños y niñas porque están solos y no los orientan en casa, yo soy mamá de dos adolescentes de 13 años y aunque tienen acceso a las redes sociales siempre estoy atenta para saber quienes son sus contactos y cuidar lo que suben; gracias por compartir el video en cuanto regresen del Colegio se los mostrare, saludos desde México.
¡Desde México! ¡Qué alegría! Perdona la tardanza en contestar. Espero que les sirva el video para estar prevenidos. No se trata de dejar de usar sino de prevenir y el video lo explica ¡muy bien! Besos.
Tienes toda la razon, yo tengo dos adolescentes, y en el colegio le estan dando charlas sobre las redes sociales, ventajas e inconvenientes. Y yo como madre soy un poco pesada, pero es lo que hay. Saludos
Mejor ser pesada que luego reprocharnos el no haberlo sido y que los niños tengan un problema. Que sepan que estamos encima de ellos y que no están solos en bueno. Besos.