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2168.- Con la edad…

Me he vuelto una cagona… Ya no soy aquella alocada veinteañera que no tenía miedo de nada. Que no pensaba. Que simplemente actuaba. Y si había que tirarse, me tiraba. Y si había que correr, corría. Y si había que saltar, saltaba. 
Y ahora, sobre todo, me da mucho miedo la velocidad. Y por supuesto, que les pase algo a mis churumbeles. No soy especialmente precavida. Y tampoco quiero que ellos sientan mis miedos. Ni contagiárselos. Pero no puedo evitarlo. Ahora, con la edad, me he convertido en una cagona
La demostración más clara, acabo de vivirla. Mi querido esposo mantecoso se ha comprado un quad como regalo especial por cumplir los cincuenta. (Sí. Estoy casada y me acuesto cada noche con un cincuentón y todavía ando superándolo). Acabo de probarlo por primera vez. ¡Tremendo! ¡Iba enganchada a su cuerpo cual koala! ¡No le he clavado los dientes en el cogote de puritito churro! 
Y no dejaba de pensar que los niños se montan con él y van tan felices. Y no he parado de advertirle que por muy enganchado que lleve a los niños, por mucho que lo crea, los botes por el campo son increíbles y en cualquier momento, pierde a uno por el camino y ¡ni se entera!
¡Qué mala es la edad! Además de volverme barrigona, está acabando con mi espíritu aventurero. ¡No puede ser! Debo resistirme. Combatir los miedo como combato la celulitis. O mejor. Porque lo que es la barriga y la celulitis, las combato malamente… Pero, sin dudarlo, debe ser otro de los achaques (cualquiera diría que soy una abuela) que debo anular. Por mucho que me cueste. Aunque acabe con todas las uñas. El pelo canoso ya no se me puede poner porque ya lo tengo. (Otro achaque…) Así que, me tomaré el quad como otra prueba a superar. 
Le pediré a mi marido que me de un paseíto todos los días. Que hoy sólo hemos bajado al pueblo a hacer la compra. Le pediré que me llevo por medio del monte. ¡Que yo me lanzo y me pierdo! Y si hay una piedra, que la pille. Y si ve un bache, que no lo esquive, que acelere y lo saltemos. Y que derrape. ¡Con dos ovarios bien grandes! ¡Quién dijo miedo!
¡Aquí me tenéis! ¡Sin complejos!
Ya os contaré como termina la historia. Espero que con los dientes en su sitio y los niños todos sanos y salvos. Mi marido que haga lo que quiera. Que yo lo quiero mucho pero la sangre tira y él no lleva la mía. ;D 
Y vosotras, ¿habéis notado que con la edad tenéis más miedos? ¿Soy yo la única cagona?

8 comentarios sobre «2168.- Con la edad…»

  1. Acabas de describir con todo lujo de detallles, lo que se va sintiendo a medida que perdemos la batalla contra la celulitis y la cintura….las canas? puff esas ya se han apoderado por completo de mi cabeza….pero yo te animo a que sigas escibandos baches aunque te tengas qie agarrar a tu marido como u koala….Un saludo Mery

    1. ¡Ay Mery! Muchas gracias. Está claro que los miedos están para superarlos pero también es cierto que, a más edad, más cuesta ¿verdad? Besotes grandes.

  2. Que ulisión ver que no soy la única cagona…….perdona por compartir estos miedos que se acentuán con la edad…
    Mi marido se compro un quad hace cinco años y los miedos aumentan…..
    Intentar superarlo de la mejor manera….
    Besos

    1. ¡Nada que perdonar! Yo he compartido mis miedos con vosotras y agradezco muchísimo el ver que no soy la única… ¡Qué manía los maridos y los quads! ¡No tendrán suficiente con una bici y ya está! ¡Qué remedio! Nos toca superarlos. Besos grandes, Mercé.

  3. A mis casi 42, soy una de esas suertudas que no tienen canas (todavía) pero lo que sí he notado es que he vuelto una llorona….yo, la mujer de hielo!!
    Lloro por todo…..algo que ponen en la tv, estress, impotencia….
    No sé si empecé después de tener mi primer hijo o es por la edad…..pero siempre voy con kleenex. ..por si acaso.
    😉

    1. Si es que, a cada una nos da por algo… Yo de momento muy llorona no soy pero todo se andará. A lo mejor, deberíamos hacer una encuesta sobre la extraña relación entre canas,años y miedos y no canas,años y lloros. ¿Quién ganará? ;D Besos, Susana.

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