Siguiendo la estela de la Pascua y el origen de la presencia de los huevos, mencionados en la entrada sobre decoración vamos a ver unas cuantas recetas con los mismos.
Un cocer huevos tiene su ciencia, y no sólo duros, ademÔs los tenemos en diferentes puntos de cocción que podremos variar según la receta (cocido, mollet o mullido, pasado por agua). No sólo influye el susudicho tiempo de cocción, también el tipo de agua, la temperatura ambiente y hasta de la presión atmosférica.
Algo muy importante en un plato tan bÔsico y versÔtil es la presentación. Yo quedé fascinada al descubrir, durante una visita a Talavera de la Reina, la existencia de los platos para huevos cocidos. Perfectos para disponerlos en el centro de la mesa en exposición. AdemÔs de ser bien bonitos, es una muestra de cerÔmica tradicional de la que podemos presumir.
Podemos tomar los huevos duros sencillamente gratinados con bechamel o salsa aurora, que es una bechamel mezclada con salsa de tomate.
Los huevos duros podemos tomarlos frĆos, es ideal como canapĆ© en fiestas, ya que los podemos dejar preparados el dĆa anterior y sacarlos en el momento tras aƱadir los Ćŗltimo toques de decoración. Podemos rellenarlos tanto de carne como de atĆŗn o salmón, al gusto de los comensales, y cubrirlos con mayonesa. A mi me encantan los huevos rellenos de atĆŗn junto a un poco de ensalada para tener preparada una cena rĆ”pida a tope de proteĆnas.