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2420.- Comida sana VS. Dietas milagro

por Siona

¡Comienza el año nuevo y los buenos propósitos! Como todos los años, tras las comilonas de las fiestas navideñas, resurgen como setas miles de «dietas milagro» para depurarse y perder los kilos acumulados.

La avalancha de ofertas es casi peor que en verano, porque mucha gente se siente culpable de haberse cebado: el público objetivo aumenta. Esta entrada va dedicada a todos los que se dejan llevar por el brillo maravilloso de esas dietas, para recordarles que son peligrosas y que tienen un importante «efecto rebote».

De este modo no dejo de ver dietas absurdas como las de la alcachofa, la piña, el jarabe de arce, aquella otra salvajada de comer únicamente proteínas… y gente que las sigue a ciegas una y otra vez con la intención de «depurarse» y lo único que consiguen es desequilibrar su sistema digestivo de mala manera.

Para cuidar nuestra salud debemos comer de todo y en cantidades moderadas. En una ocasión escuché a Arguiñano que la mejor dieta era comer de todo, sano y… medio plato. Y la verdad es que en el fondo tiene razón, es importante no cebarse, ni siquiera de verduras, ¡que si nos empachamos corremos el riesgo de no volverlas a tocar! Esto también es un toque de atención a esas madres y abuelas que te ponen «una cucharada más» al servirte el plato o insisten en que repitas una y otra vez.

Recordemos la pirámide alimenticia…

Vía Comer Especial

Me pareció interesante este modelo de pirámide, ya que en su base incluye las zapatillas de deporte. Una buena dieta sin moverse del sofá tampoco hace magia, el ejercicio es vital.

Por otra parte si se lleva una dieta adecuada en realidad no es necesario consumir productos probióticos o aquellos que nos anuncien a bombo y platillo que van «aliñados» con vitaminas.

Comiendo equilibradamente no serían necesarios suplementos vitamínicos de farmacia, como podemos ver en esta tabla a continuación como ejemplo de la presencia de vitamina B6 (piridoxina)

Vitamina B6 en alimentos habituales (vía Scientia)

Sigamos unas sencillas pautas de actuación, ya no de cara a las próximas semanas, para perder peso rápido (y volverlo a recuperar aún más rápido), sino para tener en cuenta todo el año. Nos sentiremos mucho mejor y lo que perdemos poco a poco, no lo recuperamos tan fácilmente.

Infografía sobre cómo es la comida sana (vía My Fitness Pal)

La buena comida que debemos tomar a tutiplén son las frutas y las verduras, preferiblemente de temporada. Muchas frutas son los dulces necesarios con los que esquivar otras chucherías y podemos tomarlos tanto frescos como congelados o secos.

Los huevos cocidos o pasados por agua son una sana fuente de proteínas, a tener en cuenta para comer entre horas como almuerzo o merienda.

Los lácteos, sin endulzar, leche, yogur, quesos, en especial frescos… ¡fuente de calcio y proteínas!

La carne, los pescados y mariscos, siempre y cuando los tomemos empanados o fritos la menor parte de las veces.

Frutos secos y semillas son el aperitivo ideal, también para picar entre horas, ya que son ricos en vitaminas y grasas sanas.

Legumbres y cereales integrales son una importante fuente de fibra.

Como bebidas debemos preferir el agua, infusiones o café sin endulzar.

Hierbas y especias en lugar de sal, azúcar o salsas grasientas nos alegrarán las comidas.

Podemos tomar ocasionalmente frutas y verduras enlatadas, siempre que no estén conservadas en sirope o que tengan menos sal añadida.

Zumos y vinos embotellados, en menor cantidad, pero no vamos a dejar de alegrarnos la existencia.

Carnes y pescados enlatados son fuentes de proteínas baratas, pero hay que vigilar que no estén cargadas de sal.

Aliños como aceites, mayonesas casetas, sal, azúcar, mantequilla, miel… con moderación.

En menor cantidad, pero sin dejar de darnos una alegría para el cuerpo de cuando en cuando, podemos tomar carnes procesadas (salchichas, chorizos…)

Platos precocinados… están bien para una emergencia, pero, ¡procurad no tener muchas emergencias de esas!

Cereales azucarados, galletitas, patatitas fritas, pasteles, caramelos, chocolate… Son tentadores, no es plan de abusar porque están cargaditos de sal y azúcar y grasas de las que van al michelín derechas.

Refrescos… Sabéis que son puro azúcar, ¿verdad? Allá va una ilustrativa imagen a continuación.

Azúcar presente en refrescos y otros «inocentes» zumos y batidos (vía Directo al paladar)

Todo esto hay que tenerlo en cuenta cuando le demos a los churrumbeles un zumito para la merienda cuando salen del cole y van un rato al parque y cosas así: fijáos en el «azúcar añadido» de esos inocentes cartoncitos de néctar y en ciertos zumos y batidos… Leed la composición a la hora de la compra.

Y como todos estos mensajes entran mejor poco a poco, no os voy a calentar hoy mucho más la cabeza con recomendaciones que caen por su propio peso (o así debería ser)

¡Cuidad vuestra salud y la de aquellos que os rodean todo el año!

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1 comentario

RD 28/03/2019 - 3:53 am

Good read, informative Thanks for posting

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