2527.- Portear bebés calentitos en el otoño/invierno

Se acerca el frío y muchos padres recurren al porteo, sobre todo los que viven en ciudades en las que el metro y las calles se vuelven intransitables con carritos de bebé o aquellos que quieren salir a pasear al campo sin arrastrar cachivaches. Portar al pequeño de la casa en una mochila (a ser posible ergonómica), fular elástico, bandolera con anillas y otros tantos medios de transporte es agradable, tanto para padres como para hijos. Se puede pasar un poco de calor en verano, pero pese a todo van «más a gusto que en brazos» y se pegan unas buenas siestas mientras los llevamos de acá para allá.

No voy a ser yo la que recite las bondades de esta práctica, porque para eso hay otros profesionales que a su vez citan a gente con experiencia como Red Canguro o Criando Monetes, así que ahí va un dibujo con lo básico.

Hay muchos tipos de portabebés, pero una gustosa posturita común (vía Un fonendo en Villamocos)

Llegado el otoño invierno, lo mejor para no pasar frío es abrigarse bien y cuando se trata de compartir calor natural, el porteo es una gran idea. Sin embargo para cubrirnos podemos recurrir a abrigos confeccionados para el efecto (que nos costarán un dinero) o recurrir a prendas que nos cubran a ambos a la vez, ya que si vamos cada uno con su chaqueta, al entrar en locales comerciales, transporte público, coches o casas tendremos que desprendernos cada uno de nuestra capa de ropa… y a veces supone que un bebé que iba felizmente dormido se despierte con el zarandeo.

Los primeros meses con mi bebé podía permitirme cerrar sobra ambas la cremallera de mi forro polar, íbamos calentitas como nadie. Sin embargo ahora ocupa más espacio y necesitamos un cobertor para terminar de completar mi abrigo y cubrir las espaldas de la pitufilla.

Tutorial completo de cobertor de porteo (vía Cose Conmigo)

Admitamos por otra parte que no tenemos ni idea de costura, pero sí sabemos tejer. Esta opción tejida no tiene patrón, pero tampoco tiene mucho misterio, ya que se trata de un rectángulo muy salado con ojales a un lado y botones a otro que se corresponderán con los de nuestro abrigo habitual. Quizá también pueda llevar un forro de tela suave para que no se enganche con las hebillas de la mochila o bien incluir una tela impermeable para los días de lluvia. Incluso cabe la posibilidad de añadir una capucha.

Cobertor tejido con capucha (vía Curioso taller)

Además, las piernecillas tienden a quedar expuestas, tal vez bajo el cobertor vayan tapadas, pero siguen estando ahí, fuera del apretujado contacto cuerpo a cuerpo. Lo ideal será tejer unos calentadores.

Calentadores (vía I knit thats it)

Por supuesto, que no falten manoplas para llevar las manos bien calientes.

Manoplas sin dedo unidas por un cordón, ideal para meter por dentro de la ropa y no perderlas (vía Malin knits)

Y gorritos, si no hemos incorporado capucha a nuestro cobertor o simplemente queremos protección extra contra el viento y el frío.

Gorros con orejitas para añadir un toque divertido (vía Tejiendo Perú)

Un extra para el adulto porteador, llevando como lleva el pecho ligeramente al descubierto, será una bufanda o cuello que caliente, pero no estorbe al pasajero con pelitos o flecos.

Cuello bandana sencillo  (vía Purl Soho)